En tu mirada plena la luna se sonroja,
sí hasta aquieta la marea por surcar tus pieles,
de contrastes altos, de bellos desniveles,
tu noción sin cascabeles apresura mis deseos,
sin poseerte, sin tiempos de adolescentes,
aunque con más dulce que cualquier fruta incipiente,
madura con todos los sentidos conscientes,
las fusiones coherentes precipitan sensaciones bien elocuentes,
aunque se desmoronan en una cascada de imágenes incongruentes,
mientras el ceño experimenta extraño un capote climático, como nostálgico,
un formato no nato lleno de incógnitas turgentes,
ocasionando la pregunta retórica sin respuesta aparente, dime,
solo dime porque te sueño, si mis deseos son más que solo mérito,
una vez despierto te sometes al vil descrédito,
de sentir cerrar los ojos para volver a imaginarte sonriente,
con picardía compinche, que le provocó zancadillas a
aquellas palabras de ironía fabulada, como un clon malvado,
determina en sentencia lisa y llana, acertando como dardo
en el centro socavado, del corazón anonadado cuando el dolor
de solitario, no lo apuntala ningún ser imaginario,
apuñalando el alma del fracaso, acaricia un placebo resiliente,
de un viejo hombre que pena coherente, el mismo sueño siempre…
(Daxiel-Wordpress)
